viernes, 31 de agosto de 2012

Nadie mojaba el aire

Nadie mojaba el aire
tanto como mis ojos.
Me decías:  "¿Trabajas?"
Me decías:  "¿Ya es la hora del té?"
Y yo no te decía:  "Te amo";
no te decía:
"Eres todo lo que tengo";
no te decía:
"Eres la única rosa en la que caben
todas las primaveras".
Me decías:
"Adiós, hasta mañana".
O me decías:
"¿Necesitas algo?".
Y yo no te decía:
"Me estoy muriendo
de amor... me estoy muriendo".
Nadie mojaba el aire
como yo.

Antonio Gala

No hay comentarios:

Publicar un comentario